Elegí mi profesión por vocación a los 14 años. Todavía estaba estudiando en el colegio cuando decidí que quería ser psicóloga del trabajo. El camino no fue fácil, pero luché sin cesar por conseguir aquello que tanto había imaginado, hasta que logré alcanzarlo.
Mis padres dejaron que yo misma tomara esa decisión. Me dieron su apoyo y ayuda pero no me llevaron de la mano. Tan sólo me dejaron hacer y crecer. |